Acomodandome en la habitación

Llegué a la habitación que me dijeron. Habitación cuatro, llegué y lo primero y esencial que hice fue girar ese cuatro y ponerlo lateral, hala, ahora está mejor. Entré y vi esa cama, el armario y la mesa de escritorio, dejé el portatil el Ipod, el tabaco los comics y la ropa. ¿Donde pongo a Yumi? mmm...al lado del portatil hay un poco de hueco para su terrario, lo dejé al lado del escritorio y dejé a Yumi [mi iguana] en el, dejé mi daga y mi latigo en unos cajones de la mesa y me estiré en la cama a reflexionar un poco mi llegada.

Abrí la puerta con cuidado y entré sin mirar si había alguien. Dejé mi maleta junto a una de las camas y deposité la mochila sobre una de las mesas. Miré a mi alrededor, y solo entonces me percaté de que no estaba sola, como había pensado en un principio, pues en una de las camas había otro chico. Le miré durante una fracción de segundo, y luego salí de la habitación sin mediar palabra.

Llego cansada, buscando la habitación número 4, veo que se abre una puerta y sale una chica, me quedo mirando la puerta, giro la cabeza y me doy cuenta de que ese símbolo estraño es un 4 tumbado... me encojo de hombros y entro.
Me topo con que hay un chico en la habitación, me extraño siendo que acabo de ver salir a otra chica, pienso que me he confundido de habitación, no, debe ser que las habitaciones son mixtas...
Saludo, pero esta ensimismado... no importa, me acerco a la cama que está junto a la ventana y me tiro encima de ella, ¡vaya!, es blandita y la almohada no está mal...
Abro un armario, oups!, ya hay una maleta dentro, abro el de al lado, bien este esta vacío, meto todas mis cosas en él (maleta, ordenador, bolso, mochila... por qué llevo siempre tantas cosas encima?)
Como el chico no se ha percatado de mi existencia, salgo despacito sin hacer ruido para no molestarle. Iré a buscar a la chica que había salido corriendo al entrar yo... Tiene pinta de ser vergonzosa pero maja ^^

Entro de nuevo en la habitación, y me cruzo con una chica que no he visto antes. Bajo la cabeza y rebusco en mi mochila. Saco el iPod y un libro, los dejo encima de la cama y contemplo a mi compañero de cuarto, que al parecer ha entrado en coma, porque no se ha movido ni un centímetro. Suelto una risilla nerviosa, abro mi maleta y comienzo a colocar mi ropa en un armario. Cuando acabo, salgo de la habitación. Vuelvo a entrar, roja como un tomate, al recordar que me he dejado sobre la cama el iPod y el libro. Los cojo y vuelvo a salir.

Entro en la habitación, me cambio de ropa, dejo el iPod sobre la mesilla y salgo de nuevo.

Entro después de haber dado un pequeño paseo por en internado, ¡esto es enorme!
Veo que mi compañera ya ha empezado a colocar sus cosas, asi que hago tres cuartos de lo mismo, deshago la primera maleta, la ropa... vale... para poder meterla tengo que sacar primero el resto de las bolsas... las dejo tiradas sobre la cama. Bien toda la ropa colocada.
Mejor dejo el resto para otro rato, voy a buscar a mi compañera, que he preguntado en conserjeria y me han dicho que se llama Brooke.
Salgo alegre, como siempre...

Entro en la habitación, me siento en la cama, saco un libro y empiezo a leer.

Dejo el libro sobre la mesa, saco el iPod, me tumbo sobre la cama y empiezo a escuchar musica

Entro en la habitación y, por fin, está mi compañera! La saludo con la mano, no me ve, esta absorta en su música. Me acerco a su cama y le doy en el brazo para que perciva que estoy allí.
- ¡Hola! ¿Interrumpo mucho?
Le dedico una sonrisa calida y amigable =)

-Hola!! -digo quitandome un casco- ¿Eres Fornarina? Nakane me habló de ti.

Le sonrío con cara de sorpresa.
- Esa soy yo. Brooke, ¿no? Silencio. - ¿Cómo que Nakane te ha hablado de mí? La verdad que estaba completamente alucinada.

-Es que somos conocidas y el otro día estuvimos hablando... -suspiro- Bueno... ¿qué te trae a este culo del mundo, Fornarina?

Me chocó que Nakane y ella hubiesen hablado de mi.
- Pues estoy aquí para intentar descubrir qué soy. Sonreí, en los últimos días lo había asumido por completo el hecho de no ser nada determinado, es extraño, pero bueno. ¿Y tú?

-Bueno... -dudé durante un segundo- Me escapé de un orfanato y me pateé medio mundo en busca de respuestas... Como no las encontré, acabé aquí, que es ahora mi hogar -sonreí.

Le sonreí para que viese que la entandía.
- Pues vamos a encontrar respuestas, las dos. Y me es un honor ser parte de tu hogar. Dije sentandome en el borde de su cama.